El mercado del tratamiento del agua en Ghana

Como muchos países de África, Ghana tiene sus propios retos en lo que respecta al suministro de agua potable. Mientras que en ciertas regiones de África el problema se origina en la falta de agua, en Ghana este se debe principalmente a que muchas de las fuentes de agua accesibles están contaminadas.

Según datos de WaterAid, 4,4 millones de personas en Ghana todavía no tienen acceso a un suministro de agua limpia, y un 82% de la población no tiene un aseo digno, lo que se traduce en el vertido de aguas fecales y/o contaminadas al flujo de agua, provocando enfermedades como el cólera.

El crecimiento de la población en Ghana, sobre todo en áreas urbanas, se traduce en viviendas con infraestructuras de saneamiento insuficientes o defectuosas: Desde el baño o el retrete se vierten aguas contaminadas en los flujos de agua que van al resto de viviendas, provocando un círculo vicioso. La compra de agua a vendedores ambulantes, que a menudo también distribuyen el agua en unas pobres condiciones higiénicas, no resuelve el problema.

En las áreas rurales la necesidad es todavía más acuciante, ya que a las fuentes de agua contaminadas se le suma la escasez de agua, especialmente en épocas como el harmatán, que trae consigo unas condiciones meteorológicas similares a las del desierto: disminuye la humedad, impide la formación de lluvias y puede crear nubes de polvo que se pueden transformar en tormentas de polvo o arena.

Ghana, más cerca de conseguir suministrar agua potable a toda la población

Sin embargo, a pesar de que todavía queda trabajo por hacer, los proyectos en marcha están dando buenos resultados. Dentro del plan de acción nacional, el Gobierno quiere convertir Ghana en un país desarrollado para el 2029, lo que implica entre otras cosas acceso a servicio de agua, aseo e higiene para toda la población. En la actualidad, 8 de cada 10 personas en Ghana disponen de agua potable, lo que es una cifra alentadora.

Según el censo de población y vivienda de 2021, publicado por el Servicio de Estadística de Ghana, el 87,7% de la población tiene acceso a los servicios básicos de suministro de agua. Sin embargo, existe disparidad entre las zonas urbanas y rurales. Alrededor del 96,4% de la población urbana tiene acceso a los servicios básicos de suministro de agua, mientras que en el caso de la población rural esta cifra baja hasta el 74,4%.

El objetivo del Gobierno de Ghana es claro: En el 2030, el 100% de la población de Ghana utilizará una fuente mejorada de agua para beber. Para ello, se han iniciado diversos proyectos, incluida una mejora de la coordinación entre las diferentes entidades públicas y privadas encargadas de la gestión de los recursos y mejora de las infraestructuras, como la Ghana Water Company Ltd (GWCL), la Community Water and Sanitation Agency (CWSA), la Comisión de Recursos Hídricos (WRC), las Direcciones de Agua y de Salud y Saneamiento Ambiental (EHSD), y las Escuelas de Higiene.

Otro factor esencial para lograr el reto de «agua para todos» marcado por el Gobierno es la financiación de las infraestructuras necesarias. El pasado mes de octubre el Dr. Mahamudu Bawumia, vicepresidente de Ghana, anunció una inversión de 740 millones de dólares en varios proyectos de suministro de agua potable en todo el país, lo que los acerca más al objetivo. Otros proyectos en desarrollo cuentan también con ayudas de organizaciones como UNICEF, Global Waters o USAID.

Un dato que destaca el Dr. Bawumia, y que es representativo de los progresos de Ghana en el suministro de agua potable para toda la población, es que en los últimos cinco años no se ha registrado ningún caso de cólera, una de las enfermedades que afectaba a más personas en Ghana debido precisamente al agua contaminada, la higiene deficiente y las infraestructuras sanitarias defectuosas o insuficientes.

El próximo reto, suministrar agua potable con recursos locales

Según un estudio, la mejor forma de garantizar el suministro de agua en Ghana al 100% de la población es tener en cuenta las particulares locales de cada zona a la hora de implementar una solución para este suministro.

Ghana cuenta con zonas urbanas, periurbanas y rurales que a menudo han crecido sin una planificación urbanística, debido a picos en el incremento de la población, y que no siempre coinciden con las áreas administrativas designadas. Esto hace que se implementen soluciones unificadas por zonas que tienen la misma necesidad, pero no la misma causa u origen del problema, ni al mismo nivel, por lo que los habitantes de zonas como Haatso, Ashogman o Abokobi siguen haciendo frente a los mismos problemas: mala calidad del agua, suministro errático y coste elevado del suministro.

La solución pasa porque las infraestructuras se definan e implementen a nivel municipal o de distrito, no de forma centralizada, para que se puedan adaptar a las particularidades y necesidades locales. Un modelo a seguir podría ser el sistema de Sudáfrica, basado en un modelo descentralizado bien organizado, que ha permitido avanzar enormemente en el suministro de infraestructuras. Ghana avanza a buen paso para conseguir proporcionar agua potable e infraestructuras de higiene y saneamiento a toda la población, pero el modelo centralizado que utiliza para la gestión actual es un problema para alcanzar el reto de «agua para todos» que se ha marcado. Quizás la mejora de la coordinación entre las diferentes entidades públicas y privadas que hemos mencionado antes consiga avanzar en este sentido y salvar la brecha entre las buenas cifras actuales y el 100% definitivo