África es un continente rico en recursos naturales y energéticos, pero también se enfrenta a importantes desafíos en lo que respecta al acceso al agua potable, tanto en zonas rurales como en áreas urbanas superpobladas o industrializadas, y cuyas infraestructuras no han crecido al ritmo de la población.
En otros artículos ya hemos tratado de forma independiente los retos que supone el acceso al agua potable en países como Kenia, Senegal, Nigeria o Costa de Marfil, ya que cada país, e incluso sus regiones, tienen casuísticas diferentes. Sin embargo, en un análisis más global, se pueden detectar ciertas problemáticas transversales que se pueden abordar de forma más global, ya que la colaboración entre países y entidades públicas y privadas es uno de los factores clave para definir e implementar soluciones más eficientes.
En un esfuerzo por resolver este problema, la implementación de plantas de electrólisis en África se ha convertido en una alternativa muy extendida. Estas plantas de electrólisis producen hipoclorito de sodio, que se utiliza para desinfectar y purificar el agua, tanto para consumo humano, como para tratar aguas residuales. Ya hemos comentado en otras ocasiones las ventajas de este método.
Sin embargo, la implementación de estas plantas en África no está exenta de desafíos. ¿Cuáles son algunos de estos retos y qué soluciones se están proponiendo?
Limitaciones actuales de la infraestructura energética
Uno de los principales desafíos en la implementación de plantas de electrólisis en África es la falta de una infraestructura energética sólida. En muchas regiones del continente, sobre todo en áreas rurales y poco pobladas, la electricidad es escasa y poco fiable, o directamente inexistente, lo que dificulta la operación constante de estas plantas.
Por suerte, en las últimas décadas ha habido diferentes iniciativas que han supuesto una mejora en la infraestructura energética africana. Esto incluye la expansión de la capacidad de generación de energía renovable, como la solar y la eólica, que pueden alimentar las plantas de electrólisis de manera más sostenible. Además, se están explorando soluciones de almacenamiento de energía, como baterías, para garantizar un suministro constante de electricidad. De hecho, según indican la International Renewable Energy Agency y el African Development Bank (AfDB), África tiene uno de los mayores potenciales del mundo para el aprovechamiento de la energía solar, tanto intra como interregionalmente.
La inversión en el suministro de agua es todavía insuficiente
Otro de los principales retos es que la inversión inicial requerida para la construcción de plantas de electrólisis y la adquisición de los equipos necesarios puede ser elevada, lo que limita la capacidad de implementar esta tecnología de manera amplia.
Aunque cada vez hay más inversiones tanto a nivel gubernamental como asociaciones público-privadas, así como inversiones internacionales, destinadas a proporcionar soluciones de financiación para que el continente africano aproveche sus recursos, todavía queda mucho por hacer.
Según la AIP (Continental Africa Water Investment Programme), las inversiones en África para el suministro de agua están por debajo del objetivo para conseguir satisfacer las crecientes necesidades del continente. Se calcula que para 2030 será necesario movilizar al menos 30.000 millones de dólares anuales de financiación adicional para cumplir la meta del Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 sobre agua y saneamiento. Actualmente, sólo se invierten entre 10.000 y 19.000 millones de dólares al año.
Insuficiente capacitación y desarrollo de habilidades
La operación y el mantenimiento de plantas de electrólisis requieren habilidades técnicas especializadas que a menudo escasean en muchas partes de África. Por suerte, se están implementando programas de formación y capacitación en colaboración con instituciones educativas y centros de investigación. Esto ayuda a crear una fuerza laboral calificada que puede operar y mantener estas instalaciones de manera eficiente y segura.
Además, como en el caso de las plantas de electrólisis de Welysis, la implementación de la planta va acompañada de un programa de formación. Los técnicos y personal que tengan que operar cualquiera de las plantas que fabricamos e instalamos tienen acceso a un entrenamiento y formación en una planta real en funcionamiento. Además, los miembros del programa WIN recibirán formación continuada en técnicas, mejoras e innovaciones que se desarrollen en plantas de todo el mundo.
Hay otros factores que pueden influir en la implementación de plantas de electrólisis en determinados países o regiones. Algunos problemas endémicos, como la corrupción, que además limitan la entrada de financiación internacional, se están resolviendo paulatinamente; otros, como los efectos del cambio climático en el acceso al agua potable, hacen surgir nuevos retos que harán que soluciones localizadas como las plantas de electrólisis sean todavía más necesarias.
En conclusión, la implementación de plantas de electrólisis en África presenta desafíos significativos, pero gracias a la inversión en infraestructura y formación, a la colaboración internacional, y al aprovechamiento de nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial para mejorar el acceso y la gestión a los recursos hídricos, África puede aprovechar su vasto potencial de recursos naturales para facilitar el acceso al agua potable a su población.