¿Cómo se aprovecha la energía eólica en una planta de electrólisis?

El uso de energías renovables, como la energía eólica, ha cobrado gran relevancia en la búsqueda de soluciones sostenibles y económicas que reduzcan la dependencia de combustibles fósiles. En muchas regiones, la implementación de tecnologías limpias está impulsada tanto por la necesidad de mitigar el cambio climático como por los beneficios económicos que estas aportan a las empresas y comunidades.

Uno de estos desarrollos es la instalación de aerogeneradores, un sistema que permite aprovechar el viento como fuente de energía, eliminando así el consumo de electricidad de la red y minimizando la huella de carbono de las empresas. Aquí te explicamos cómo funciona este tipo de instalación, sus ventajas, desafíos y aplicaciones, con un ejemplo práctico de una de nuestras plantas industriales.

El proceso de generación eólica

La energía eólica se genera a través de sistemas que convierten la energía cinética del viento en electricidad. En este sistema, el viento hace girar las palas del equipo, que están conectadas a un rotor. Este movimiento genera electricidad que puede ser utilizada directamente por la instalación industrial. El sistema consta de varias etapas clave:

  1. Captación del viento: Las palas del aerogenerador, ubicadas a gran altura para aprovechar mejor las corrientes de aire, captan la energía del viento y la transfieren al rotor.
  2. Conversión de energía: El rotor está conectado a un generador que transforma la energía mecánica en electricidad.
  3. Distribución interna de energía: La electricidad generada se consume directamente en la planta.
  4. Monitoreo y control: El sistema cuenta con un software avanzado que permite el monitoreo y control de la producción de energía en tiempo real, asegurando que se ajuste la generación a las necesidades de la planta y que se maximice la eficiencia.

Ventajas de los aerogeneradores

El uso de aerogeneradores ofrece diversas ventajas, tanto desde el punto de vista energético como económico. Algunas de ellas incluyen:

  • Reducción de costes energéticos: Al generar su propia electricidad, la planta reduce significativamente la dependencia de la red eléctrica y los costes asociados a la compra de energía.
  • Sostenibilidad y reducción de emisiones: Al ser una fuente de energía limpia, la instalación contribuye a reducir las emisiones de CO₂ y la huella de carbono de la planta industrial.
  • Independencia energética: El autoconsumo permite a la planta ser más autosuficiente en términos energéticos, disminuyendo su vulnerabilidad ante posibles fluctuaciones en el precio de la electricidad.
  • Tecnología eficiente y segura: Los sistemas modernos de generación eólica, como el instalado, incluyen mecanismos avanzados de seguridad y eficiencia, lo que garantiza una operación óptima y segura durante su vida útil.

Desafíos y futuro de la energía eólica

A pesar de sus ventajas, la energía eólica enfrenta ciertos desafíos. Uno de los principales es la variabilidad del viento, que puede afectar la constancia de la generación eléctrica. Para mitigar este problema, se están desarrollando sistemas de almacenamiento de energía que permiten acumular el excedente de electricidad generado en días ventosos para utilizarlo cuando las condiciones no sean favorables.

Otra área de evolución es la eficiencia tecnológica. Las nuevas generaciones de aerogeneradores están diseñadas para ser más grandes y resistentes, capturando más energía con menor desgaste.

También se está integrando inteligencia artificial y machine learning en los sistemas de monitoreo para ajustar las operaciones en tiempo real, mejorando la estabilidad y eficiencia de la generación.

Otros usos de la energía eólica

Más allá del autoconsumo industrial, la energía eólica está jugando un papel crucial en la generación eléctrica a gran escala a través de parques eólicos, tanto en tierra como en el mar. La energía eólica marina, en particular, está ganando terreno en países con extensas costas, donde los aerogeneradores pueden aprovechar corrientes de viento más fuertes y estables. Este tipo de energía tiene un enorme potencial para satisfacer la creciente demanda eléctrica de manera sostenible.

Un caso práctico: Welysis Las Palmas

En nuestra planta ubicada en el Polígono Industrial de Arinaga, hemos instalado un aerogenerador de 900 kW diseñado específicamente para el autoconsumo. El aerogenerador cuenta con una torre de 55 metros de altura y un rotor de 44 metros de diámetro, dimensiones cuidadosamente seleccionadas para maximizar la captación de viento. Su ubicación ha sido estratégica, considerando la dirección predominante del viento en la zona y evitando cualquier interferencia con otras instalaciones cercanas.

Con una capacidad de generación anual estimada en torno a los 2,5 GWh, se prevé que este aerogenerador cubra hasta un 40% de las necesidades energéticas anuales de la planta. Esto no solo reducirá significativamente los costes energéticos, sino que también reforzará la independencia de la planta frente a las fluctuaciones del precio de la electricidad. Además, el sistema permitirá un ahorro estimado de hasta 1.025 toneladas de CO₂ al año.

El sistema también incluye un avanzado sistema de control remoto que permite monitorizar y gestionar la producción de energía en tiempo real, asegurando una operación eficiente y segura.

Impacto social y ambiental

La energía eólica no solo beneficia a las empresas, sino también a las comunidades locales. En las áreas donde se instalan parques eólicos, se ha observado un desarrollo económico gracias a la creación de empleo en la construcción y el mantenimiento de los aerogeneradores. Además, los acuerdos de compensación por el uso de las tierras generan ingresos adicionales para las comunidades rurales.

Desde una perspectiva ambiental, la energía eólica es una de las formas más limpias de generación eléctrica. Su uso minimiza las emisiones de gases de efecto invernadero y tiene un impacto mucho menor en términos de consumo de agua y uso de suelo en comparación con otras fuentes de energía.

En resumen, la energía eólica es un pilar fundamental en la transición hacia un modelo energético más sostenible. Su capacidad para generar electricidad limpia y rentable la convierte en una opción viable para aplicaciones industriales y a gran escala. Con avances tecnológicos y nuevos desarrollos en almacenamiento y control, la energía eólica está preparada para desempeñar un papel cada vez más importante en la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles y en la lucha contra el cambio climático, contribuyendo a un futuro más verde y autosuficiente.